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Receta para un matrimonio feliz

  • Foto del escritor: Luciana Inés Mazzei
    Luciana Inés Mazzei
  • 3 may 2023
  • 3 Min. de lectura

Varones y mujeres somos biológica, psicológica y espiritualmente diferentes, y eso muchas veces, cuando no se comprende, son factores de crisis y conflictos entre las parejas. Por otro lado cada uno trae una historia personal, diferentes creencias y estilos de crianza que agudizan las diferencias. Aunque es cierto que estas diferencias pueden generar conflictos, si los sabemos comprender podremos potenciarlos para logar un matrimonio feliz.

La característica más importante para lograr un matrimonio feliz es la amistad: los esposos o la pareja tienen que ser mejores amigos. Cada uno conoce los sueños, miedos, historia, anhelos y deseos de la otra persona. Pero además cada uno se siente libre de expresar sus emociones, sentimientos y sueño sabiendo que no será juzgado o incomprendido, sino aceptado en su total individualidad.

Los matrimonios felices no sólo se llevan bien o no discuten nunca, sino que en los casos de discusiones que no lograr resolver utilizan los intentos de desagravio (un chiste, una palabra bonita, una muestra de afecto) que quitan tensión a la discusión y muestran que, más allá de esta discusión el amor sigue presente. Pero además respaldan y acompañ


an los sueños y esperanzas de su pareja.

Aquí les propongo 6 acciones que debemos evitar para promover una sana amistad entre marido y mujer:

1- Evitar los planteamientos violentos: ocurre que cuando estamos muy enojados y planteamos la necesidad de un cambio o algo que nos molesto de nuestra pareja lo hacemos en forma violenta, aunque no haya gritos o insultos la otra persona se siente agraviada y entiende que debe defenderse del ataque. Aquí es importante plantear las situaciones que pueden provocar conflicto o dolor desde mi propia emocionalidad, desde lo que a mi me ocurre cuando mi pareja hace algo que no me gusta o lastima. Evitar utilizar el sarcasmo, el desprecio las críticas del tipo: “sos un desordenado”.

2- Los cuatro jinetes: en consonancia con lo anterior evitar que aparezcan los 4 jinetes del apocalipsis: Críticas, “sos un desordenado” modificarlo por, “me molesta cuando no ordenás tus cosas”; Desprecio: actitudes como poner los ojos en blanco, usar el sarcasmo, el humor negro alejan la posibilidad de diálogo; Actitud defensiva: nos defendemos de lo que suponemos un ataque por parte de nuestra pareja, cuando lo mejor sería pensar más allá de las palabras y preguntar ¿qué emoción hay detrás de este reclamo? No se siente querido, reconocido, comprendido, etc. y el cuarto jinete La actitud evasiva: actuar como si no me importara lo que a la otra persona le ocurre.

3- Sentirse abrumado: esto ocurre cuando la actitud del que reclama es tan violenta que la persona lo único que quiere hacer es huir de la situación y protegerse, distanciándose emocionalmente. Por ello es importante plantear los problemas en un clima de calma emocional.

4- El lenguaje del cuerpo: cuando nos sentimos abrumados o atacados nuestro cuerpo responde, sudoración, temblores, aumento de la frecuencia cardíaca, en este caso nuestras respuestas dejan de ser conscientes y se vuelven intuitivas por lo que nuevamente tendemos a huir del problema como método de defensa o nos defendemos agraviando más a la otra persona. En este caso es necesario ser conscientes de lo que el cuerpo nos está diciendo para ser capaces de frenar la discusión para retomarla en un momento de mayor calma.

5- Intentos de desagravios fallidos: cuando uno de los dos intenta, mediante un chiste, un abrazo, una muestra de afecto o pidiendo continuar la discusión en otro momento, la otra persona lo toma como falta de interés y a discusión sigue escalando.

6- Malos recuerdos y pensamientos negativos: es necesario hacer una revisión de nuestra historia como pareja para rescatar todo lo bueno que ha tenido desde el comienzo para reflotar el amor y recordar aquello que nos hizo querer tener un proyecto juntos. Y también es fundamental evitar el bucle de los pensamientos negativos hacia la otra persona porque esto no hace más que agrandar problemas que probablemente sean fácilmente solucionables pero la carga de negatividad hacia el otro no permite ver con claridad la solución.

Teniendo en cuenta estos 6 puntos no garantizamos que no haya discusiones pero sí tendremos herramientas eficaces para que las mismas sean en el mejor clima posible, donde se posibilite la escucha empática y el logro de acuerdos en donde los dos salgan favorecidos y enriquecidos por la mirada del otro.

Bibliografía

“Predecir el divorcio” (Gottman & Silver, s/d)


 
 
 

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