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Los riesgos silenciosos del celular

  • Foto del escritor: Luciana Inés Mazzei
    Luciana Inés Mazzei
  • 26 abr
  • 3 Min. de lectura

Desde la aparición de los smartphone a la vida diaria, padres, docentes y gobiernos intentamos encontrar el mejor modo de educar a niños y jóvenes en su uso. En nuestro país no encontramos un estudio exhaustivo acerca del uso de dispositivos, pero si algunas estadísticas de la provincia de Buenos Aires donde se encuestó a familias y docentes.

Aquí se presentan algunos datos. Con respecto al tiempo de uso las familias respondieron en un 44% que sus hijos usan algún dispositivo entre 2 y 5 horas por día, siendo de 23,4% quienes lo usan más de 5 horas. Entre los adolescentes estos números ascienden al 50% y 35,5% respectivamente.

Para qué los usan, un 63% de los niños hacen tareas, 53% leen textos y 62 % para chatear con amigos o familiares. Entre los adolescentes 88% hacen tareas, 87% para leer textos y 92% para chatear.

El 31% de las familias de nivel primario afirman que los niños tienen un celular propio y el 90% de nivel secundario. En una encuesta realizada por la empresa Claro junto a Criteria, el 55 % de los encuestados afirma tener su propio dispositivo desde los 7 años y el 33% reconoce haber comenzado a utilizarlos antes de los 5. El 83% de los niños entre 8 y 12 años y el 97% de adolescentes entre 13 y 17 años. Entre ellos el 43% cuenta con datos y acceso a internet propio entre los más chicos y 76% los mayores.

Los adultos debemos tener claro que el celular no es un juguete, y en manos de un niño o adolescente puede ser tan peligroso para su vida como un arma de fuego. En edades tan tempranas, los contenidos y las experiencias dejan huellas muy difíciles de revertir, en un cerebro que está en formación y todo lo que recibe contribuye a su buen o mal desarrollo, condicionando la vida y los vínculos.

Entre los más pequeños hay un incremento en niños con obesidad, retraso en el lenguaje, en la adquisición de habilidades motoras y congnitivas, nerviosismo, falta de atención, dificultad para el juego simbólico. Actividades indispensables para un buen desarrollo integral y de habilidades socioafectivas.

Para los niños en edad escolar la sobreexposición al celular impacta en su memoria y repercute en el rendimiento escolar, el comportamiento y la socialización, provocando aislamiento, hiperactividad, ansiedad y depresión.

Las personas somos seres vinculares de manera que la socialización primaria de los niños hasta los 12 años es clave para el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y físicas, esta falta de vinculación con su entorno, podría explicar el alto porcentaje de niños diagnosticados con algún síndrome del espectro autista, trastornos generalizados del desarrollo y trastornos con déficit de atención e hiperactividad.

Entre los adolescentes se suman los riesgos relacionados con las redes sociales, la ludopatía y el ciber acoso. El 61% de niños y 92% de adolescentes argentinos que dicen utilizar el celular para chatear con amigos y familiares, deben alertar sobre la necesidad de controlar con quienes y en qué momento lo hacen. La soledad y el aburrimiento llevan a buscar en las redes solución a esto.

Las redes y los chats, promueven un supuesto anonimato que los llevan a hacer o decir cosas que en persona no dirían ni harían, sin consciencia del daño que pueden provocar y provocarse, enviando comentarios, imágenes, videos o información.

Los contenidos a los que pueden acceder incluyen pornografía, sitios sobre autolesiones, bulimia, anorexia, y ludopatía. Si bien el 65% dice que acudiría a su madre en caso de sufrir alguna situación de acoso o bullyng, la mayoría no lo hace y quedan expuestos a situaciones traumáticas difíciles de afrontar.

Los adultos deben involucrarse y educarlos acerca del derecho a la privacidad y la prevención de riesgos como cyberbullying, grooming, retos peligrosos, alteraciones de la percepción de su imagen, comportamientos problemáticos, exposición a contenidos inapropiados, falsos, patrocinados y/o extremos.

Pero también deben reedicarse ellos mismos, siendo conscientes de los riesgos a los que exponen a sus hijos cuando comparten imágenes e información en sus redes sociales. El parenting se conoce como la práctica de los padrs qeu comparten en las redes contenido referido a los hijos. Si bien puede parecer una acción inocente, ya que muchos dicen que lo hacen para que amigos y familiares los vean, todo lo que ocurre en el ciberespacio, queda registrado y puede ser utilizado maliciosamente, además de atentar contra la intimidad de niños y adolescentes.

Para enseñar, primero es necesario aprender y para aprender es necesario conocer y analizar.

Lasa tic's, los medios de comunicación, las redes, la inteligencia artificial son adelantos tecnológicos que, bien utilizados, aportan muchos beneficios a la vida de la persona. Pero es indispensable saber usarlos responsable y conscientemente.

 
 
 

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